Marrakech, un festival para los sentidos

Marrakech, un festival para los sentidos

Tras despegar de Madrid, y hacer una breve escala en Casablanca, llegamos a Marrakech, la gran joya de Marruecos. Allí nos recibe la luz del atardecer, una cálida temperatura, y Mohamed Sofi, el director de la Oficina Nacional Marroquí de Turismo en España.

Nos alojamos en el Palm Plaza Marrakech Hotel & Spa, un hotel de 5 estrellas situado en la nueva zona turística de Marrakech, frente a los suntuosos jardines y las cumbres nevadas de la cordillera del Alto Atlas, y desde el que se puede llegar al centro de la ciudad en un paseo de apenas 15 minutos.

Marrakech, un festival para los sentidos

La plaza Jemaa el Fna es el corazón palpitante de la ciudad

A primera vista Marrakech es tradición y modernidad. En esta metrópoli milenaria, que ha visto pasar 5 dinastías, conviven los nuevos barrios del Guéliz, Hivernage y la avenida Mohammed VI y su Medina, repleta de historia. Y es precisamente en el recinto de la ciudad antigua donde encontramos los lugares más simbólicos de Marrakech: la Koutoubia, la Menara y la plaza Jemaa el Fna. Esta última es el corazón palpitante de la ciudad, una de las zonas de encuentro y espectáculo, con tenderetes y puestos que ofrecen comidas y bebidas. Sobre todo por la noche, cuando comienza la fiesta y Jemaa el Fna se convierte en un punto de reunión que enlaza con los cafés y terrazas que la rodean.

Con Mr. Sofi recorremos la laberíntica Medina de Marrakech, conocemos sus antiguas mezquitas y regateamos en sus coloridos zocos llenos de vida. Y es que en la ‘Ciudad Roja’, quien habla de viajes de incentivos, habla de recuerdos y estancias inolvidables.

En pleno centro del Palmeral de la ciudad encontramos el Palacio de Congresos de Le Palmeraie, que dispone de 17 salas de reunión con diferentes posibilidades de configuración y distintas capacidades. Veladas de gala, festivales de danza, bodas, espectáculos, conciertos… todas las puestas en escena son posibles en estas instalaciones perfectamente ubicadas.

Marrakech, un festival para los sentidos

regateamos en sus coloridos zocos llenos de vida.

Ancestral y misteriosa, Marrakech cautiva desde el primer momento por el talento de sus artesanos, la hospitalidad de sus habitantes y los sabores incomparables de la cocina marroquí. En cada rincón de la ciudad uno puede deleitarse con los olores de las mil y una especias, el pan recién hecho, o la menta fresca que nos ofrecen en manojos los vendedores ambulantes. Un auténtico festival para los sentidos.

Ancestral y misteriosa, Marrakech cautiva desde el primer momento por el talento de sus artesanos, la hospitalidad de sus habitantes y los sabores incomparables de la cocina marroquí.

Tras esta sensacional primera toma de contacto con Marruecos, emprendemos nuevo rumbo hacia el famoso lago Bin El Ouidane, situado en el Alto Atlas (Azilal – Beni Mellal). Su tono azulado contrasta con las espectaculares montañas que lo rodean. Este escenario natural convertido en lugar de ocio, es importante puesto que sobre él se construyó una obra hidráulica realmente impresionante (133m de alto y 285m de largo), y que produce electricidad para la llanura del Tadla.

Marrakech, un festival para los sentidos

Widiane Suites & Spa Resort

HOTEL WIDIANE SUITES & SPA, UN OASIS PARA LOS NEGOCIOS

A escasos kilómetros se encuentra nuestro destino final: el Widiane Suites & Spa Resort, un lujoso hotel de 5 estrellas ubicado en pleno campo bereber, perfecto para descansar, relajarse y disfrutar en medio de la nada. Tiene helipuerto, puerto deportivo y dos piscinas al aire libre que miran a las montañas del Atlas.

Marrakech, un festival para los sentidos

Las habitaciones, suites y villas del Widiane Suites & Spa Resort

Las habitaciones, suites y villas del Widiane Suites & Spa Resort son una combinación entre estilo marroquí y detalles de inspiración asiática. Las habitaciones superiores tienen vistas a la piscina o al lago, mientras que las suites Ambassador cuentan con sus propias terrazas privadas, cocinas americanas y vestidores. Cuenta con dos restaurantes que ofrecen cocina asiática, marroquí y occidental, entre los que destaca The Canyon Thai. A este restaurante se llega en barca tras un paseo de 20 minutos y después se accede a través de un impresionante ascensor situado en plena montaña.

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En él degustamos deliciosos platos típicos marroquíes como la pastilla o bastela, un perfecto equilibrio entre lo dulce y salado que resulta casi afrodisíaco, o los baghrir marroquíes, un plato dulce muy popular, parecido a los pancakes, acompañados del afamado té verde. Su cocina internacional, las vistas, la ubicación y la posibilidad de recibir un tratamiento de belleza antes de regresar, hacen de este restaurante un enclave único. En el spa del hotel los huéspedes pueden disfrutar de un masaje tailandés, realizado por masajistas nativas, o relajarse en el hammam, jacuzzi y sauna, antes de realizar ejercicio en el gimnasio. Las dos piscinas infinitas son perfectas para descansar al aire libre y después realizar actividades como esquí acuático o senderismo. Y, lo mejor, el hotel produce sus propios productos, tanto de su huerta como de su granja, además de una tentadora selección de panes, pasteles y pastas de frutas que se elaboran en el horno cada mañana.

Widiane Suites & Spa es el más lujoso de los hoteles en el desierto de Marruecos y es un verdadero oasis para los negocios.

MÁS INFORMACIÓN:
Mohamed Sofi
Director de la Oficina Nacional
Marroquí de Turismo para España
T+ 34 91 541 29 95 / +34 634 605 343
www.visitmorocco.com

Eva Prieto